lunes, 26 de marzo de 2012

PREGON CLASICO,LARGO Y ABURRIDO

Aseguraba Ignacio Pérez Franco que en los meses previos al Pregón de la Semana Santa de 2012 le había dado tiempo de confeccionar tres textos distintos. Ayer dio la sensación que no quiso dejar nada en el tintero a tenor de la duración. Cuando se quiere tanto a una ciudad es difícil reducir esa declaración que, como el corazón de Ignacio, pudo parecer excesivo.
Por lo demás, fue el texto que el Consejo, con su designación, había buscado. Todos coinciden que el arranque fue brillante: “Hace ya tanto tiempo que te espero / que imaginé que nunca llegarías”.
El Pregón tuvo momentos especiales para el Cristo de la Amargura, el Gran Poder y Pasión, en el que centró el nexo de la eucaristía con la Semana Santa a través de su capilla sacramental.
El pregonero corrió. Posiblemente, alentado por los nervios o calculando de que aquello no se le fuera de las manos. En cualquier caso, se le veía relajado, disfrutando del día más especial de muchos que ha vivido.
El Pregón comenzó a llenarse de intensidad cuando entró los barrios: San Bernardo, el Tiro de Línea, el Cerro y Triana, con la Esperanza. Después tornaría a su hermandad de la Macarena. En ambos momentos sonaron los oles desde el patio de butacas.
Reivindicó la raíz de fe que tiene la Semana Santa, entendiendo que “Sevilla, sin fe, sería una ciudad sin alma”.
Por su clasicismo, el texto podría parecer que llevaba escrito décadas. Los giros con temas de actualidad le aportaron cierta frescura. Citó a la crisis, el viaje de la Virgen de Regla a Madrid e, incluso, hubo una crítica a las vallas que, en otros años, el ayuntamiento ha instalado en determinados lugares de paso de hermandades “aforando calles y acotando espacios, pues no se pueden poner vallas al campo de la devoción popular”. Fue un Pregón sin hermandades de vísperas, de Domingo de Ramos a Domingo de Resurrección.
El último tramo del Pregón se acunó en su barrio baratillero, donde puso fin a su Pregón. «Esta es la pequeña historia/ de la fe de aquel chiquillo/ que encontró en el Baratillo/ Tu amor y Misericordia». Habían pasado dos horas y dieciséis minutos.
Esta ha sido mi cronica del pregon pero dare mi version personal sobre el pregon:

Creo que el pregón ha sido uno más de tantos, más cofrade que los últimos pero bueno, uno más. Eso de tanto nombrar al Papa y a la JMJ creo que ha sido excesivo, menos Madriles y más hermandades de vísperas.
¿Para cuándo tendremos un pregón de la gente de la calle? de los que no tenemos más sillas que los propios bordillos de algún ventanal o del poyete de alguna puerta, de esos que nos llevamos horas y horas esperando de pie para poder ver pasar una cofradía y de los no nos saludan los altos cargos del consejo si nos cruzamos con algunos de ellos, y por supuesto de los que no podemos entrar en el pregón.
Nosotros, si el trabajo o el cuidado de nuestros pequeños nos lo permite, también vamos a los cultos de nuestras hermandades y los domingos a misa, no tenemos liquidez para acudir asiduamente a restaurantes de raza de nuestra ciudad ni para vestir con el caballito en las camisas, pero somos Cofrades de Sevilla de esos que nadie nos nombra pero esos que somos la mayoría, que lloramos con ver la carita de dolor de nuestra Madre y nos afligimos por los dolores de nuestro Padre.
Todos somos Sevilla. Las ovaciones en los pregones siempre vienen precedidas por las Esperanzas.
Una última cosa se les notaba al sr. Alcalde y al sr. Delegado de fiestas mayores la inexperiencia, lo comentaba todo aprovechando los aplausos.

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